Las palabras Yo Soy son sagradas. Es el símbolo de la creación, cada vez que pronunciamos estas palabras, ponemos la energía de Dios en acción. Nosotros como hijos e hijas de Dios, tenemos ese potencial. Sabemos que somos a imagen de Dios, que el Yo Soy es el nombre de Dios, que vive dentro de nosotros como el yo superior o la divina presencia de Dios. Quien conscientemente usa estas palabras, está con Dios. Es decir que Dios es perfecto y por ende nunca podremos usarlo de una manera negativa. Estamos poniendo a Dios de por medio, representamos la verdad, lo hacemos en nombre de Dios. Podemos hacer cosas maravillosas para nuestro propio bienestar y para toda la humanidad.
Categorías