Armonizar con la naturaleza
Si hablas con los animales, ellos hablan contigo
Y se conocerán el uno al otro. Si tú no hablas con ellos
Tú no los conocerás a ellos y lo que no conoces temerás.
Lo que uno teme, uno destruye…
El tiempo pronto estará aquí cuando mi nieto anhele dar un grito como un loco, con el destello de un salmón, el susurro de las agujas de abeto, o el chillido de un águila. Pero no va a hacer amigos con cualquiera de estas criaturas y cuando su corazón le duela con nostalgia, seguro que me va a maldecir. ¿He hecho todo lo posible para mantener el aire fresco? ¿Me he preocupado lo suficiente sobre el agua? ¿He dejado al águila volar en libertad? ¿He hecho todo lo posible para ganar el cariño de mi nieto?
Jefe Dan George (1899 – 1981)