3) El Cuerpo Causal es un campo de luz que rodea a la Presencia Yo Soy, que contiene el registro, el impulso de las cualidades de Dios y los frutos de las buenas obras. Es el cuerpo de la primera causa: siete esferas concéntricas de luz que rodean a la Presencia Yo Soy en los planos del espíritu. Estas esferas corresponden a los siete rayos. Estos contienen el diseño original divino, así como los efectos de todas las buenas acciones y logros en las múltiples encarnaciones realizadas en la tierra. El Cuerpo Causal es el lugar en donde están almacenados todos nuestros tesoros en el cielo. El Cuerpo Causal, es la morada de Dios del Yo Soy el que Yo Soy. “No amontonen riquezas aquí en la tierra, donde la polilla destruye y las cosas se echan a perder y donde los ladrones entran a robar. Más bien amontonen riquezas en el cielo, donde la polilla ni las cosas se echan a perder ni los ladrones entran a robar. Pues donde esté tu riqueza, allí también estará tu corazón” [Mateo 6: 19-21]. Jesús se refería al cuerpo causal como: “En la casa de mi Padre hay muchas mansiones y voy, pues a preparar un lugar para vosotros. Pero, si me voy a prepararles un lugar, es que volveré y los llevaré junto a mí, para que, donde yo estoy, estén también ustedes” [Juan 14: 2, 3]. Pablo se refería al Cuerpo Causal, como la estrella de la individualización de la llama de Dios; cuando dijo: “porque una estrella (el ser real de cada persona) es diferente de otra en gloria” [I Corintios 15: 41].